La Dra. Graciela González, directora del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular, explicó que los casos de accidente cerebrovascular (ACV) son prevenibles hasta en un 90% si se lleva un estilo de vida saludable.

En contrapartida, el sobrepeso, la obesidad, la mala alimentación, el exceso de grasa, de azúcar y la falta de actividad física predispone a tener un ACV. La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo, junto a la diabetes y el aumento de colesterol y triglicéridos.

En la mayoría de los casos, el ACV se presenta de forma asintomática, por lo que son fundamentales los chequeos periódicos. Un episodio de este tipo puede dejar secuelas invalidantes, como parálisis, dificultad para hablar o ceguera.

Si se actúa de manera inmediata en las primeras cuatro horas, se puede suministrar un medicamento que no solo reduce el riesgo de muerte, también evita la invalidez en la gran mayoría de los casos.