María Elena Sachero, la Gran Dama del Teatro Paraguayo, partió al descanso celestial a los 95 años. Fue una artista incomparable y muy generosa a la hora de compartir su saber a las nuevas generaciones de la escena nacional.

“La definiría como una maestra, una señora de la escena y de la vida, porque además de ser una gran señora en el escenario, era una mujer maravillosa, de una bondad increíble”, la recuerda el actor José Luis Ardissone, quien le debe su primer paso a un escenario, con la obra Un Rostro para Ana.

La mayor parte de su carrera la llevó a cabo en la Compañía de Comedia del Ateneo Paraguayo, y en el Arlequín protagonizó obras de García Lorca, como “La Casa de Bernarda Alba”, “Bodas de Sangre” o “Doña Rosita, la Soltera”. También interpretó personajes de piezas de Shakespeare, Arthur Miller y otros escritores de gran relevancia internacional.

El velatorio se realiza en la sede de Futuro, sobre la Av. San Martín y Sucre. El sepelio será mañana en el Cementerio Jardín Paraíso de Luque.