El Papa Franciscó dedicó un mensaje a los feligreses, participantes del encuentro en Albania, donde los invita a renunciar a la “cultura del miedo para abrir la puerta de la acogida y de la amistad” para vivir la fraternidad entre las cinco orillas del Mediterráneo.
Hizo énfasis en la acogida a los inmigrantes, la diversidad religiosa vista como un Don de Dios , e insistió en la escucha a las voces de los que no son escuchados.
“Pongan en el centro la voz de los que no son escuchados, como los más pobres “ue sufren por ser considerados una carga o una molestia” o los que “a menudo muy jóvenes, tienen que dejar su país para un futuro mejor. Cuiden de cada uno”, pidió.
Y agregó que: «no se trata de números, sino de personas, y cada persona es sagrada; se trata de rostros, cuya dignidad hay que promover y proteger. Renunciemos a la cultura del miedo para abrir la puerta de la acogida y la amistad».