Al final de la audiencia general, Francisco dirigió «un pensamiento especial» a la población del país de Oriente Medio, golpeada el 7 de octubre por un devastador terremoto que causó cerca de 3.000 muertos, mientras que el número de heridos se acerca a los 10.000: «Miles de víctimas, entre ellas mujeres y niños. Invito a todas las personas de buena voluntad a aliviar el sufrimiento de la gente». Una oración por la martirizada Ucrania y por los que sufren el hambre, injusticia y guerra.
No sólo «dolor» por la violencia en Oriente Medio, sino también preocupación por Afganistán, postrado por el terremoto que sacudió el sábado pasado la parte occidental del país, donde la tierra sigue temblando. El Papa Francisco, al final de la audiencia general en la Plaza de San Pedro, pidió oraciones «por todos los que sufren el hambre, las injusticias y la guerra, especialmente por la querida y martirizada Ucrania» y dirigió «un pensamiento especial» a la población afgana. Un pueblo que, afirmó, «sufre las consecuencias del devastador terremoto que la ha golpeado, causando miles de víctimas, entre ellas muchas mujeres y niños, y personas desplazadas».
Aliviar el sufrimiento de la gente
El Pontífice invitó «a todas las personas de buena voluntad a ayudar a este pueblo ya tan probado, contribuyendo con espíritu de fraternidad a aliviar el sufrimiento de la gente y a apoyar la necesaria reconstrucción».
Fuente: Vatican News