“Porque me amaste hasta dar la vida”, reza la música del conocido padre Eduardo Mena, la expresión más grande de amor que se materializa en Dios, cuando envió a su único hijo a morir por la salvación de nuestras almas. Existieron cristianos que amaron a Cristo hasta dar la vida, que se mantuvieron en su fe y no flaquearon ante amenazas de cortar el hilo más preciado: la vida. Estos son los denominados mártires.

 

Hoy recordamos a los Mártires de Córdoba, quienes vivieron durante la ocupación islámica en Europa, en la península Ibérica, denominado El Emirato de Córdoba. Según la fuente registrada, la hagiografía de Eulogio de Córdoba, un total de cuarenta y ocho cristianos fueron ejecutados por no renunciar a su fe.

 

Realizaban declaraciones públicas de rechazo a los intentos de las autoridades de imponer la ley islámica y proclamaban la palabra de Dios.