San Juan de Capistrano, Presbítero y predicador (1386 – 1456)
“Avanzando o retrocediendo, golpeando o golpeados –grita-, invoquen siempre el nombre de Jesús”.
Así, en 1456, Juan de Capistrano animaba, armado con una cruz de madera y con una gruesa voz, las tropas cristianas que estaban amenazadas por el ejército turco.
Este es el espíritu religioso de un guerrero de la fe, deseoso de hacer preceder siempre el ejemplo a la Palabra –aún a riesgo de la vida-. Además, se arrojaría con el mismo ardor contra las injusticias, las herejías y la terrible plaga de la usura.
Nace en 1386, en Capistrano, entre las montañas del Gran Sasso, en la provincia de L´Aquila. Hijo de un barón alemán de una noble de Abruzzo. Debe su sobrenombre de Giantudesco a sus raíces teutónicas.
Estudiante modelo, guerrero, diplomático y, finalmente, prisionero de guerra, se habría convertido a la vida religiosa solo en la cárcel, cuando, a los 27 años se le aparece en sueños san Francisco de Asís, exhortándolo a seguir su ejemplo.
Un camino que lo llevará a hacerse fraile, en el convento de Monteripido, fundado por san Bernardino de Siena –del cual sería después consejero y biógrafo-, y a iniciar una vida errante y heroica, caracterizada por un extraordinario arte oratorio, que lo obliga, a menudo, a predicar al aire libre, por falta de espacios capaces de acoger a la multitud de los fieles.
Es un auténtico hijo de aquella Europa que será atravesada para servir al Papa y para llevar su mensaje de fe, desde Italia hasta Francia, desde Alemania hasta Hungría, desde Polonia a los Balcanes. Asombra la rapidez de su desplazamiento desde los puntos más remotos del viejo continente, si se consideran los modos de locomoción de la época.
Enfermó gravemente durante la cruzada de 1456, muere el 23 de octubre, en el convento fundado por él, de Santa María de Ilok, en Croacia.
Los capellanes militares lo han acogido como su patrono.
Departamento de Pastoral de Radio Cáritas Universidad