Santa Catalina (Kateri) Tekakwitha, fue la primera santa de ascendencia nativa americana. Nació en 1656 en Ossernenon, una aldea en lo que hoy es Nueva York.
Durante su infancia perdió a toda su familia a causa de una epidemia de viruela.
A los 11 años, la fe cristiana llegó a Catalina a través de los misioneros jesuitas franceses, a pesar de la resistencia de su tribu.
A los 20 años, tomó la decisión de rebelarse ante su comunidad, y recibió el sacramento del bautismo.
Su devoción la llevó a Sault Ste. Marie, donde vivió y se dedicó a la oración y el servicio.
Fue beatificada en 1980 y canonizada en 2012.