San Sofronio de Jerusalén, monje originario de Siria, teólogo que defendió la Divinidad de Dios y su perfección frente a la postura de “monotelismo” que sostenía Cristo tenía dos naturalezas (humana y divina) y poseía una única voluntad divina.
Sofronio sirvió como Patriarca de Jerusalén desde el año 634 hasta el 638.
Juventud y vocación
Originario de Damasco, de familia cristiana, fue profesor de retórica y lo apodaron como “el Sofista”, por su habilidad para persuadir.
Sofronio ingresó al monasterio de San Teodosio, cerca de Jerusalén, donde se convirtió en monje. Después de años de vida monástica, realizó un viaje a Alejandría, donde conoció al asceta San Juan Moschou, convirtiéndose en su discípulo.
Juntos, emprendieron peregrinaciones por Siria, Palestina y Egipto antes de dirigirse hacia Roma. Tras la muerte de San Juan Moschou, Sofronio regresó a Jerusalén, donde se enfrentó a la doctrina monotelita.
Lucha contra la enseñanza monotelita.
Al ser designado líder de la Ciudad Santa en 634, expresó con firmeza su rechazo al monotelismo en su primer discurso ante los obispos. Su mensaje fue respaldado por el Papa Honorio, sin embargo, tardó décadas en ser plenamente aceptado.
Además, logró ciertos avances en los derechos civiles y religiosos, destacando la protección de la Iglesia del Santo Sepulcro. Por ello, tuvo que aceptar un tributo anual impuesto a los cristianos de Jerusalén.
San Sofronio falleció el 11 de marzo de 638.