En la misa central del centenario del nacimiento de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado (Chiquitunga), el Nuncio Apostólico, Mons. Vincenzo Turturro, hizo un repaso por la vida de la carmelita y realizó dos invitaciones: a buscar siempre el amor verdadero y a vivir la plenitud de la vocación bautismal.

El primer llamado fue direccionado concretamente a los jóvenes: “como lo hizo María Felicia, busquen siempre el amor verdadero, en todo lo que la vida les va ofreciendo, en las sonrisas y en las heridas, busquen siempre el amor para ofrecérselo al Señor”.

El segundo, en sintonía con el día en que se recuerda también el bautismo del Señor, instó a seguir el ejemplo de Chiquitunga, quien supo vivir la plenitud de su vocación bautismal de ser como Cristo, “hermanos, el bautismo llama a todos los cristianos a ser como Jesús y a medida que queremos vivir como él, nos centramos a vivir en Jesús”, explicó en su homilía.

Así también, destacó la imagen de Chiquitunga como quien reúne los valores y características que definen a una “auténtica mujer paraguaya”: alegre, llena de vida, valiente y agregó: “la fe sencilla y auténtica, la bondad del corazón, la humildad, el deseo de superarse, la disponibilidad a acoger, la capacidad de perdonar, la honradez, la dignidad del trabajo, el cuidado del prójimo, el respeto por la familia, el deseo de ayudar a los más necesitados”, que de por sí caracterizan al pueblo paraguayo, afirmó el Nuncio.

 

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