Rosario significa “corona de rosas”, y cada rosa de oración va hacia la madre que nos enseñó a orar, para que a través de su intercesión nuestra oración llegue a su hijo. 

Santo Domingo de Guzmán fue el primero en recibir el rosario en el siglo XIII, cuando la Virgen María se le apareció y le entregó esta forma de oración para combatir el mal, con el compromiso de extenderla. Fiel a su misión, Guzmán obedeció. 

El 7 de octubre de 1571, los cristianos oraron a través del rosario para conseguir la victoria frente al Imperio Otomano en la Batalla de Lepanto. Al concretarse esta victoria, el Papa San Pío V  instituyó la fiesta de la  “Virgen de las Victorias”. 

En 1573, el Papa Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta a “Nuestra Señora del Rosario”.