En un operativo de la SENAD en Barrio Obrero fue aprehendido un menor de 15 años que tenía tatuajes característicos del Clan Rotela. El mismo actuaba de “campana” para alertar sobre la presencia de personas extrañas, policías o agentes en el sitio de narcomenudeo.
El director de Comunicaciones de la SENAD, Francisco Ayala, explicó que el menor reconoció su pertenencia a la estructura criminal y que recientemente había sido “bautizado”. En el procedimiento fueron detenidos un hombre y una mujer, además fueron hallados varios menores consumidores.
“Este tipo de organizaciones se maneja por células y cada una tiene funciones específicas, unas se dedican al sicariato, otras a la venta de drogas y otras a los robos, aprietes, entre otros”, manifestó. También mujeres de avanzada edad forman parte de la organización.