Por Cielo Medina
La doctora Alexandra Cataldo, paraguaya residente de Jerusalén, compartió un relato estremecedor sobre la situación actual en Israel, en medio de una ola de violencia sin precedentes. «No hay palabras para describir esto que está pasando», expresó conmocionada en comunicación con Radio Cáritas UC.
El testimonio de la doctora Cataldo destaca la angustia que enfrenta la población israelí día tras día desde el sábado pasado, cuando la organización palestina Hamás lanzó un ataque sorpresa con más de 3.000 misiles e invadió el territorio de Israel, asesinando civiles y llevando rehenes a la zona de Gaza.
Describió cómo las sirenas de alarma la despertaron el sábado, obligándola a correr hacia un refugio. «Fue y sigue siendo una situación horrible, no hay palabras para describirlo», lamentó.
En medio de esta crisis, la doctora Cataldo compartió su propia experiencia: «Vivo en Jerusalén, y por ahora, aquí las sirenas suenan constantemente debido a los misiles que son lanzados. En el hospital donde trabajo, se está atendiendo una creciente cantidad de pacientes, incluyendo aquellos que necesitan terapia intensiva y cirugías».
La compatriota también mencionó la conmoción que se apoderó de la población israelí tras los recientes ataques. «Quedamos todos en shock con el impacto del ataque al pueblo israelí. Estamos todos con mucho dolor, mucha tristeza», compartió.
Los terroristas llegaron hasta un predio en la zona fronteriza entre Gaza e Israel, donde tenía lugar un festival de música electrónica y atentaron contra los presentes. «Estamos hablando de chicos jóvenes que salieron a disfrutar y fueron masacrados. Incluso niños de 6 meses fueron secuestrados y sus familiares no saben dónde están. No hay forma de explicar, no hay palabras», manifestó la doctora.
Cataldo reflexionó sobre la dificultad de verificar la información en medio del caos. «Pensamos que son información cierta que va rondando, pero es muy difícil saber si es verdad o mentira. Sin embargo, este es un país muy pequeño y todos se conocen», concluyó.