Una investigación sobre los mensajes al espacio emitidos por los seres humanos llevó a la cineasta paraguaya Aramí Ullón a desencadenar otra sorprendente historia sobre el duelo tras la muerte y a grabar, por primera vez, una película fuera del país. Y es que la directora de cine no podía quedarse con la intriga de entender cómo funcionan esos llamados “teléfonos del viento” que permiten a las personas hablar con sus seres queridos ya fallecidos.

Fue la compatriota actriz y productora paraguaya Patricia “Pato” Maseca quien acercó a Aramí a esta historia. En Japón, existe un ritual denominado “el teléfono del viento”, creado por Itaru Sasaki, que de una forma, que Ullón describe como “poética”, propone “ir hasta un teléfono, que es casi como un lugar de peregrinación, y utilizar un aparato telefónico y llamar a una persona ya fallecida para decirle lo que tengamos pendiente para decir”.

En este tercer largometraje, Aramí se descubre a sí misma en la línea temática que predomina en sus películas: el duelo, en sus diversas manifestaciones. En esta oportunidad “lo que busco es que le sirva de inspiración a la gente para buscar sus propias maneras de doler”, afirmó.

Ullón logró lo que muchos cineastas no consiguieron, contactar con el creador a través de una traductora y convencerle de contar esta historia. Su nuevo proyecto, titulado “Llámame cuando sople el viento”, se encuentra actualmente en proceso de filmación en Japón y ha sido seleccionado entre los 14 proyectos que formarán parte del VdR–Pitching, en el festival Visions du Réel (Suiza), uno de los eventos más importantes del cine documental internacional.

Este reconocimiento «es una especie de aprobación, porque trabajamos muchos años en silencio, es un trabajo invisible, y estar en Visions du Réel es el primer paso público que vamos a hacer con este proyecto y es un reconocimiento a que el proyecto es sólido y que tiene un potencial internacional».