El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social del Paraguay aprobó el tratamiento oral contra el COVID-19 desarrollado por la farmacéutica Pfizer, indicado para aquellas personas adultas que, frente al COVID-19 leve o moderado en forma ambulatoria, presentan un alto riesgo de desarrollar complicaciones o, incluso, riesgo de muerte. El tratamiento ha demostrado su eficacia contra el virus SARS-CoV-2, al reducir el riesgo de hospitalización o muerte en un 89 % —cuando es utilizado en los tres días posteriores al inicio de los síntomas— y en un 88 % al ser empleado dentro de los cinco días tras el inicio de los síntomas.
El fármaco contiene dos sustancias activas que se presentan en dos comprimidos diferentes. La principal es el nirmatrelvir, un novedoso inhibidor de proteasa que fue diseñado específicamente para bloquear la actividad de la proteasa 3CL del SARS-CoV-2, una enzima que el coronavirus necesita para lograr replicarse. Se proporciona en combinación con una dosis baja de ritonavir, que ayuda a disminuir su metabolismo y así logra que permanezca activo en el cuerpo durante periodos más prolongados y en concentraciones más altas, para combatir el virus.
Para el Dr. Ariel Fretes, especialista en Medicina Interna, “poder contar con este medicamento en el Paraguay trae una tranquilidad más a los médicos, ya que una de nuestras mayores frustraciones es tener una patología que sea de probable mortalidad y que no tengamos ningún arma contra ella. Ahora estamos a la altura de cualquier país del mundo al contar con herramientas como este compuesto antiviral en casos donde se confirma la infección, aparte del valioso aporte preventivo que se logra a través de la vacuna», mencionó.
Nirmatrelvir-ritonavir es actualmente utilizado en países como Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, México, Uruguay y Brasil. Cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos Federal (FDA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).
El Dr. Carlos Ignacio Morínigo, especialista en Neumología, señaló también la importancia de contar en el mercado paraguayo con «una droga innovadora, de vanguardia, la que más ha sido estudiada y figura en las guías internacionales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos de Norteamérica (CDC, por sus siglas en inglés). Es una opción más, sobre todo sabiendo que aún contamos con pacientes con COVID-19, a pesar de la campaña de vacunación. Si bien no se ven casos muy graves, el COVID puede ocasionar complicaciones en los pacientes con comorbilidades (enfermedades de base)”.
¿Para quiénes está indicado?
El nuevo compuesto antiviral de Pfizer está indicado para tratar a los adultos con COVID-19 que no necesitan oxígeno suplementario y que tienen un mayor riesgo de desarrollar una forma grave de la enfermedad. Es administrado por vía oral con dosis de 150 mg de nirmatrelvir en combinación con una dosis de 100 mg de ritonavir, cada doce horas durante cinco días. Se suministra por prescripción médica y debe tomarse dentro de los primeros cinco días de iniciados los síntomas, lo que podría ayudar a los pacientes a evitar una enfermedad grave, con riesgo de hospitalización y/o muerte.
El doctor Fretes destacó que es un avance tener en el mercado paraguayo este nuevo medicamento aprobado por la FDA y la EMA, que ahora va a ser de gran utilidad para clínicos, médicos de cabecera, médicos de urgencia, infectólogos y neumólogos. «Actualmente es la droga con más estudios de impacto en el aspecto ambulatorio para el grupo específico que lo necesita», dijo, y aclaró que no debe ser administrada a todos los pacientes con COVID.
“Es importante mencionar que este tratamiento sólo puede ser indicado por un médico, tras la correcta evaluación y diagnóstico, y expedido bajo receta médica”, aclaró el doctor Morínigo, quien además recuerda que debe ser administrado de forma multidisciplinaria: «sobre todo en el caso de pacientes que están tomando otros medicamentos que pueden interactuar con este fármaco».
De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos de Norteamérica, diferentes condiciones pueden generar mayor riesgo de contraer COVID-19 grave. Entre ellas se enumeran la edad (tener 65 años o más), padecer diabetes (tipo 1 o 2), contar con alguna enfermedad cardíaca, ser fumador o exfumador, tener obesidad, contar con alguna condición de inmunosupresión, entre otras.
La enfermedad no acabó
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el fin de la emergencia global por la pandemia de COVID-19, advirtió que eso no significa que la enfermedad se haya acabado, por el contrario, el coronavirus llegó para quedarse y todavía está matando personas, con el riesgo latente de que surjan nuevas variantes.
En Paraguay, en la última semana de junio (la número 25) de este año, se reportaron 80 casos de COVID y 9 hospitalizados. Según informa el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, desde el inicio de la pandemia en el 2020, se registraron 811 417 casos de COVID-19 en el país y casi 20 000 fallecidos por esta causa.
Sobre el antiviral oral (Tabletas de Nirmatrelvir [PF-07321332] y tabletas de Ritonavir)
Este compuesto antiviral se ha desarrollado para ser administrado por vía oral, de modo que pueda prescribirse al primer signo de infección, lo que podría ayudar a los pacientes a evitar una enfermedad grave, que puede conducir a la hospitalización y/o la muerte.
Nirmatrelvir [PF-07321332], originado en los laboratorios de Pfizer, está diseñado para bloquear la actividad de la Mpro o 3CL, una enzima que el coronavirus necesita para multiplicarse. Esta es única para los coronavirus y no se encuentra en los seres humanos. La coadministración con una dosis baja de ritonavir ayuda a ralentizar el metabolismo o descomposición del nirmatrelvir para que permanezca activo en el organismo durante más tiempo en concentraciones más altas para ayudar a combatir el virus.
El nirmatrelvir fue creado para inhibir la replicación del virus en una fase conocida como proteólisis, donde las proteínas que conformarán los nuevos virus requieren ser preparadas por esta proteasa para luego ensamblarse y conformar nuevos virus. Esto se produce antes de la replicación del ARN viral. En estudios preclínicos, el nirmatrelvir no demostró evidencia de interacciones mutagénicas con el ADN.
Las variantes actuales de interés pueden ser resistentes a los tratamientos que actúan uniéndose a la proteína de espiga (o spike) que se encuentra en la superficie del virus SARS-CoV-2. El antiviral oral, sin embargo, actúa a nivel intracelular uniéndose a la Mpro altamente conservada del virus del SARS-CoV-2, para inhibir la replicación viral. El nirmatrelvir ha demostrado una actividad antiviral consistente in vitro contra las variantes anteriores y actuales de interés (es decir, Alfa, Beta, Delta, Gamma, Lambda, Mu y Ómicron). Esta proteasa es fundamental en la reproducción del virus, a diferencia de la proteína de espiga, lo que la hace altamente conservada entre variantes y otros virus de la familia Coronaviridae (SARS y MERS).