Ante el inminente viaje del Papa Francisco a Lisboa del 2 al 6 de agosto, el Embajador de Portugal ante la Santa Sede, Domingos Fezas Vital, se dirigió a un grupo de periodistas para presentarles la realidad de su país. Portugal espera con responsabilidad y alegría al Papa y los jóvenes.
Cuando faltan pocos días para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, que se realizará del 1 al 6 de agosto, el embajador de Portugal ante la Santa Sede Domingos Fezas Vital tuvo un encuentro con periodistas para explicar la realidad actual del país.
Es un país, dijo el Embajador, que como toda Europa sufre un invierno demográfico. Y ha acogido comunidades diversas de inmigrantes. Comunidades extranjeras muy significativas sobre todo de África, Brasil, Timor y el este europeo. En Portugal hay una comunidad de Ucrania de unas 100 mil personas. Está considerado el segundo país europeo, donde existe una integración entre los migrantes y la sociedad. Ha dicho que los portugueses se consideran constructores de puentes, de diálogo. Incluso en la relación entre Portugal y los demás países lusos es amistosa, abierta. No hay diferencias de nacionalidad.
JMJ: Lisboa 2023
Para el país la JMJ fue un gran desafío logístico, pero a la vez una gran oportunidad, señaló el Embajador. El país está casi listo para recibir a los más de 500 mil inscritos, con la esperanza que se alcance el millón de jóvenes que participarán.
Al embajador Vatican News le preguntó: cuáles son sus expectativas para esta Jornada y Qué significa para las familias y los jóvenes de Portugal. Durante la JMJ, el Papa tendrá un momento muy importante de oración por la paz en Fátima. ¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir ante los diversos conflictos y guerras, incluidos los problemas de la emigración en el mundo?
El país ya está preparado para recibir al Papa y a los jóvenes. Las estructuras están ya montadas. Hay dos centros de prensa, uno cercano donde hablará el Papa en el parque Eduardo Séptimo, dijo el diplomático y el otro en el otro parque cerca del río. «Hay mucha alegria, es y será una fiesta muy grande. Todo listo para que la fiesta sea vivida. El Santo Padre acogerá la esperanza del mundo en una semana. Y necesitamos este mensaje de esperanza para el futuro. Sobre todo después de la pandemia, la crisis económica y la guerra. Necesitamos esperanza y confianza en el futuro», añadió.
Via Vatican News