El padre Jesús Montero Tirado reconoció la importancia de este tipo de propuestas, como los congresos de educación, teniendo en cuenta que por parte del Estado y del MEC no satisfacen, «es decir, tienen muchos cuestionamientos, sobre todo por parte de la iglesia y los hermanos evangélicos».
Es importante la reflexión que pueda salir de este II Congreso de Educación Católica porque está la representación de 549 instituciones educativas de la Iglesia y 174 solamente son de la Arquidiócesis.
«A nivel mundial la educación está en crisis y hay convicción universal de que la educación no solamente es saber, sino que es importantísima las posibilidades de desencadenar la autorrealización de las personas y en los proyectos de vida», dijo el pedagogo. Ante esta realidad, la Iglesia Católica quiere definirse y «decir nosotros pensamos así».
La Conferencia Episcopal, muy inteligentemente, «yo creo que, guiada por el Espíritu Santo, ha propuesto compartir la búsqueda y la solución que, encontremos, no impone la visión que los obispos tienen de lo que debería ser la educación». Es un espacio para compartir y escuchar. Aseguró que se debe mejorar la participación de las comunidades educativas. El Estado no ha procurado cumplir con el artículo constitucional que señala las atribuciones de la comunidad educativa.
El Padre insistió en que hay problemas ideológicos por parte de algunos sectores políticos, además de problemas de ignorancia, además de la propaganda y el marketing que hacen algunas agrupaciones para la educación. Como son la «Ley de ideología de género, la Agenda 2030, entre otros, cuenta con mucho dinero de respaldo a nivel internacional promovido por grupos de neocapitalistas».
«Reducir la población mundial y que los niños a temprana edad empiecen a activarse en las actividades sexuales impropias de su edad. Preguntarle a un niño de 7 años sobre sexo es una estupidez desde el punto de vista antropológico, pedagógico, desde el punto de vista moral y desde el punto de vista psicológico». Lo que se busca es definirse como Iglesia antes estas presiones ideológicas, remarcó el especialista.