El Dr. Raúl Doria, director del INCAN, comentó que recibió la institución en un estado crítico, de abandono y con falta de un servicio de comunicación. Lo ocurrió ayer «dos bombas al mismo tiempo». A la mañana le informan que no anda la campana de flujo laminar en la que se preparan los medicamentos para quimioterapia y tampoco andaba el acelerador lineal, «se pudieron reparar al final del día».
“No estamos atendiendo dignamente a los pacientes”, señaló Doria. “Para mí son los ciudadanos que más sufren en el país, vienen de todos lados y están cansando de que se les diga que no hay medicación, el equipo no anda. Todos están al borde de la paciencia”, dijo por los que padecen cáncer.
El INCAN no cuenta con un Call Center donde los pacientes puedan llamar y averiguar si la medicina está disponible, se deben ir de manera presencial dos semanas antes a agendar e ir temprano a esperar turnos. Por este motivo, tras una licitación, están instalando los equipos, y en semanas más los pacientes de cáncer podrán llamar y venir «de balde» y cansados hasta el hospital.
Finalmente, señaló que con el apoyo del MOPC y Poder Ejecutivo lanzarán una licitación para construir edificios nuevos para tener 100 camas más y atender a pacientes ambulatorios. Además, pidió a la ciudadanía paciencia, que en un año o dos estarán dando una mejor atención.