Pedro Halley, de la Unión Nacional de Jubilados, explicó la diferencia entre las jubilaciones VIP del Congreso y las jubilaciones del IPS. Dijo que, aunque existen muchas diferencias, la fundamental es que el sistema que administra la caja parlamentaria es absolutamente inviable.
Señaló que se le llama «caja», pero en realidad no es un sistema previsional, sino un sistema de ahorro a 10 años para pagar beneficios siderales con dinero proveniente de impuestos. «Nosotros financiamos esos beneficios, no como en el caso del IPS, donde el cotizante financia sus beneficios después de 25 años».
El principal cuestionamiento sobre la caja parlamentaria es la falta de fondos y de un cuidador responsable. En el IPS, el sistema funciona con aportes financieros del trabajador y del empleador durante 15 y 30 años o más, y el beneficio se otorga cuando el cotizante alcanza una edad predeterminada, entre 55 y 65 años.
Dijo que en la caja parlamentaria solo se realiza un descuento de la dieta de una persona que no es un trabajador, sino un mandante.
«Comparativamente, en el IPS hay un empleado y un trabajador, mientras que en la caja parlamentaria no hay empleados; hay un diputado o un senador, al que se le descuenta una parte de su dieta. Con ese monto no alcanza para cubrir lo que está previsto para 10 años. Entonces, ¿quién financia este déficit? Lo financiamos nosotros con nuestros impuestos».