El urólogo Julio Ortíz, de la Sociedad Paraguaya de Urología, explicó que existen dos formas de realizar la castración que son: La quirúrgica y la química. “La castración puede ser hecha de dos maneras. La quirúrgica consiste en extraer los testículos y la química, se administra un producto para que el varón ya no tenga erección. El tiempo que se dé el fármaco dura el efecto, es decir, es temporal”.
Mencionó que al realizar el procedimiento quirúrgico, “se deja de producir testosterona, entonces las funciones masculinas de erección, los bellos y la voz, eso se vuelve de característica feminoides”.
Mientras que en la química “se realiza la administración de un producto para que el testículo no pueda funcionar, el varón no podrá tener erección. Tendrá una involución de la característica que tiene el varón en cuanto a la distribución del pelo en el cuerpo. Una vez que se deje de usar la medicación, vuelve a tener la característica del varón”.
La castración quirúrgica es utilizada en medicina para ciertos tipos de patologías como el cáncer de próstata. “Eso equivale a que no se produzca testosterona, un elemento que hace que crezca el cáncer”.
Ante la consulta de si sirve realizar este tipo de prácticas a depredadores sexuales, se mostró incrédulo a sus resultados y manifestó que “no se puede tapar el sol con un dedo. El depredador sexual puede usar otros medios” para someter a sus víctimas.