Tras finalizar el rezo del Ángelus, el Papa Francisco dedicó un momento para reflexionar sobre la cruenta realidad de Haití y pidió rezar por “la construcción de la paz y la reconciliación en el país, defendiendo siempre la dignidad y los derechos de todos”.

“Sigo la dramática situación de Haití, donde continúa la violencia contra la población obligada a huir de sus hogares en busca de seguridad en otros sitios, dentro y fuera del país. No olvidemos nunca a nuestros hermanos y hermanas haitianos. Pido a todos que recen por el fin de todas las formas de violencia”, reiteró su pedido el Santo Padre.

Según los datos de la Unicef, unos 2,7 millones de haitianos, entre ellos medio millón de niños, son capturados y obligados a vivir bajo el control de grupos pandilleros. Los mismos son explotados y víctimas de abuso.