En una carta publicada este miércoles 5 de julio, el Papa Francisco informó sobre su decisión de instituir una nueva comisión en el Dicasterio para las Causas de los Santos para proseguir la búsqueda de nuevos mártires, testigos de la fe, y elaborar un catálogo.
La «Comisión de los Nuevos Mártires – Testigos de la Fe” —explicó el Papa— nace “con el fin de elaborar un Catálogo de todos aquellos que han derramado su sangre para confesar a Cristo y testimoniar su Evangelio”.
El Pontífice explicó en la misiva firmada el 3 de julio que se trata de una iniciativa que tiene como contexto “el próximo Jubileo de 2025”, que nos reunirá como «peregrinos de la esperanza”, el cual iniciará en el mes de diciembre de 2024.
La Comisión estará en línea con el llamado “ecumenismo de la sangre” y buscará fortalecer la esperanza y la caridad en el mundo contemporáneo, reconociendo a los mártires “en este primer cuarto de siglo” y en el futuro.
Dar la vida por el Evangelio
El Pontífice reafirmó que “los mártires en la Iglesia son testigos de la esperanza que brota de la fe en Cristo e impulsa a la verdadera caridad. La esperanza mantiene viva la profunda convicción de que el bien es más fuerte que el mal, porque Dios, en Cristo, ha vencido al pecado y a la muerte”.
El Santo Padre describió que la “Comisión proseguirá la búsqueda, ya iniciada con ocasión del Gran Jubileo del año 2000, para identificar a los Testigos de la fe en este primer cuarto de siglo y proseguirla en el futuro”.
“En efecto, —se lee en su carta—los mártires han acompañado la vida de la Iglesia en todos los tiempos y florecen como «frutos maduros y excelentes de la viña del Señor» también hoy”.
“Como he dicho muchas veces, los mártires ‘son más numerosos en nuestro tiempo que en los primeros siglos’: son obispos, sacerdotes, consagrados y consagradas, laicos y familias, que en los diversos países del mundo, con el don de su vida, han ofrecido la prueba suprema de la caridad (cf. LG 42)”.
Los mártires de la fe
El Pontífice recordó a San Juan Pablo II que “en su Carta apostólica Tertio millennio adveniente”, aseguró: “Hay que hacer todo lo posible para que no se pierda el legado de la nube de ‘militi ignoti’ (soldados desconocidos), de la gran causa de Dios”.
Estos soldados desconocidos —explicó el Santo Padre— “ya el 7 de mayo de 2000 fueron recordados en una celebración ecuménica, que vio reunidos en el Coliseo a representantes de Iglesias y comunidades eclesiales de todo el mundo”.
Vía ACI Prensa