El Papa descansó bien toda la noche y su situación es estable, luego del episodio de broncoespasmo que sufrió el pasado viernes.
Según el reporte médico del Hospital Gemelli de Roma, no ha necesitado ventilación mecánica no invasiva en las últimas horas. Tampoco ha registrado cuadros de fiebre.
El Sumo Pontífice, de 88 años, fue ingresado el pasado 14 de febrero por una neumonía bilateral.