Luego del acto de oficialización del traspaso de las tierras y bendición de la Comunidad de Marina Cué, ahora a manos del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT), el Nuncio Apostólico, reconoció el trabajo coordinado del gobierno a través del Ministerio del Interior y del INDERT.
“Esto representa algo único y bueno para todo el país, la Iglesia se hizo voz de una necesidad. Y tengo que reconocer que el gobierno, a partir del presidente de la República y luego con sus diferentes representantes tanto del INDERT como del Ministerio del Interior, la Escribanía Mayor, se comprometieron”, manifestó el Nuncio.
Posterior al traspaso, el INDERT realizará la entrega de los títulos de propiedad a favor de los pobladores del lugar. Esto forma parte del plan de cumplimiento de la ley de desafectación de tierras que fueron tipificadas como áreas silvestres protegidas.
El Nuncio contextualizó y habló del doloroso enfrentamiento que marcó a la zona y a todo el país, entre policías y campesinos en el 2012 y reflexionó: “Paraguay no se merece guardar este recuerdo de una tragedia, nosotros podemos empezar por ese evento trágico y hacer que esa sangre de nuestros hermanos, policías y campesinos, se vuelva una ocasión de nueva vida para la gente que vive en esta tierra y para todos los que viven en el Paraguay”.