Durante la misa central del octavario de la Virgen de Caacupé, el Nuncio Apostólico, el Mons. Vincenzo Turturro, afirmó que la Iglesia quiere hacerse presente y transmitir esperanza a aquellos que necesitan e instó a los gobernadores a utilizar su autoridad para alcanzar el bien común.
A primera instancia, el nuncio felicitó la devoción auténtica y sencilla de los paraguayos, durante el novenario, “tenía razón San Roque González de Santa Cruz, María es la conquistadora de nuestros corazones, el amor que ustedes le tienen a la Virgen María es un gran signo de esperanza para este querido país”, afirmó el monseñor.
Hizo un llamado a los gobernadores a ser “justos y equitativos, usando de su autoridad para alcanzar el bien común” y agregó “no acosen a nadie, no recurran a la fuerza, ni a su posición pública, para dominar y oprimir a los demás, sino que cumplan con un servicio honesto y desinteresado a los más necesitados”, pidió.
En otro momento, solicitó orar por la Iglesia para que sea “lugar de cobijo para todos los que se sienten desprotegidos, para los que reclaman sus derechos, para todos los que no tienen voz” e instó a vivir el tiempo de Adviento como María, con una “fe profunda, comprensiva y coherente”.