El precio del dólar fluctúa hacia los G. 7900, una cifra que los especialistas consideran elevada y que el BCP no ha logrado frenar del todo a pesar de sus intervenciones.

El economista Amílcar Ferreira explicó que la suba de la moneda norteamericana responde al desequilibrio entre las exportaciones, que decrecen -1% en este semestre, y las importaciones, que crecen en torno al 7 %.

Señaló que es normal que el dólar esté más estable en el primer semestre, que es cuando más divisa ingresa al país gracias por las exportaciones de soja, y que el segundo semestre se vuelva más inestable en cuanto al tipo de cambio, ya que hay un mayor foco en las importaciones.

Esta situación afectará los precios de los productos de la canasta básica, de los cuales cerca del 50 % son importados. Uno de los productos más importados es el combustible, que ha crecido considerablemente porque se han formalizado las importaciones y terminó esa especie de “subsidio”, debido a las medidas decretadas por el presidente argentino Javier Milei.