En el día Nacional de la Chipa, conocemos la historia de Victoria Escurra Guillén, la chiperita que todos los días llega a Radio Caritas UC desde el Departamento de Cordillera.
Doña Victoria es oriunda de Caacupé y es descendiente de una reconocida familia de chiperos en su ciudad natal. El preparado de la chipa empieza bien temprano. “Desde las 4 de la mañana, para luego salir al mediodía rumbo a Asunción para venderlas”. Además de la tradicional chipa caacupé, tiene la opción de chipa de maní, conocida popularmente como “Chipa Kandú”.
Comentó que, debido a la suba de precios del almidón, la grasa, leche y huevo, la ganancia cada vez es menor porque “no se puede alzar mucho el precio de la chipa, sino la gente ya no lo compraría”.
Nos contó que su secreto para que la chipa no salga dura es: “se moldea toda la masa y luego se coloca en el sol por 20 minutos, se seca y luego se mete en el horno. Lo ideal sería cocinar en el Tatakua, porque a pesar de que se cocina muy lento, sale bastante rico”, aseguró.
Finalmente, agregó que “las chipas más vendidas son del tipo pancito y argolla”, acompañadas con cocido y su butifarra casera. Si bien Doña Victoria no prepara para la venta, también hace chipas con dulce de guayaba, con chorizos y 4 quesos, “pero si uno no sabe comer, le puede caer mal”.