Mientras las autoridades nacionales aguardaban la detención y extradición del Clan Villalba confiando en la palabra de colaboración dada por la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, los miembros de ese grupo criminal ya tramaban su escape vía terrestre hasta Bolivia.

Fueron detectados en Santacruz y luego en La Paz, donde volvieron a gestionar su carácter de refugiados. Sin embargo, la Corte Suprema de Bolivia otorgó una orden de captura preventiva, lo que los obligó a huir nuevamente, esta vez, a Venezuela.

El ministro del Interior, Enrique Riera, señaló que ahora se está tramitando la detención en los tribunales venezolanos. Riera reconoció su frustración por la huida de los acusados y señaló que cuentan con una importante protección.

“Los familiares no quieren más escuchar nada hasta que los detengamos, yo los mantengo siempre al tanto de lo que ocurre”, señaló.