Durante su homilía en el II domingo de Cuaresma, el Cardenal Adalberto Martínez, denunció la existencia de balanzas torcida en la justicia y el atropello de la dignidad de inocentes e hizo un llamado a los laicos que ocupan cargos en las instituciones del Estado, a la conversión, ser testigos del evangelio en estos espacios.

“En el Paraguay estamos viviendo tiempos difíciles, de una profunda crisis moral, de la ética, de balanzas torcidas en la justicia. Tiempos de balanzas peligrosamente desequilibradas, que contradice radicalmente el querer de Dios, donde en algunos casos se actúa como enemigos de la cruz de Cristo atropellando la dignidad del inocente”, afirmó el Cardenal. 

En este sentido, hizo un llamado a la conversión y al compromiso activo de los bautizados y de todas las personas de buena voluntad durante la Cuaresma, “Sobre todo, a los católicos que ocupan cargos de responsabilidad pública y tienen en sus manos la libertad, los bienes y la vida de las personas”, enfatizó. 

En su reciente Carta Pastoral, publicada el 5 de marzo, Miércoles de Ceniza, exhortó a los laicos a vivir su fe de manera auténtica, recordándoles que deben ser «ciudadanos del cielo» y no «enemigos de la cruz». Señaló que los clérigos y religiosos no desempeñan funciones en los poderes del Estado, lo que representa una gran oportunidad y responsabilidad para los laicos, quienes constituyen la mayoría dentro de la Iglesia.