Óscar Charotti, director ejecutivo de Juntos por la Educación, comentó sobre el aplazo masivo de quienes quedarían en el Banco de Datos de Docentes Elegibles. Estos resultados abren “el debate pendiente sobre si la docencia continuará como un oficio o avanzará hacia una mayor profesionalización”.
Recordó que, en la transición democrática de Paraguay, el principal desafío era la escolarización. Se crearon numerosas escuelas y, para satisfacer la demanda de docentes, se establecieron estándares mínimos que hoy continúan.
“Prácticamente un docente, con tres años de estudio, ya puede ingresar a la carrera, lo que lo convierte en un oficio. Pero hoy el contexto educativo es más desafiante, y las evaluaciones revelan que el 80% de los estudiantes no alcanzan aprendizajes básicos”.
Charotti señaló que Paraguay participa en evaluaciones nacionales y globales (como PISA) que miden factores de aprendizaje divididos en tres dimensiones: la situación familiar y socioeconómica, la calidad docente, y el entorno escolar. Aunque el factor económico es determinante, el papel del docente también es fundamental.
Finalmente, subrayó que la responsabilidad del aprendizaje no recae únicamente en los docentes. La situación socioeconómica y el clima educativo también son factores cruciales, especialmente en familias en condiciones de pobreza extrema, donde las oportunidades y el apoyo educativo son limitados.