Alejandro Buzó, especialista en Prevención de Riesgos, señaló que gran parte de nuestro sistema de respuesta a emergencias se sustenta en el voluntariado y que la contención de grandes incendios forestales se logra más por la experiencia de los brigadistas que por la logística.
Pidió a las autoridades dotar de mayores recursos a las brigadas de fuego, teniendo en cuenta que nos enfrentamos a la continuación de una temporada seca y con calores extremos. Es necesaria una política de control, con drones y monitoreo satelital y en el terreno.
Por otro lado, recordó que los incendios son provocados, de manera intencional o no, por un mal uso del fuego, fuera de los parámetros de la norma. En Paraguay, casi un tercio de la población (más de dos millones de personas) quema todos los días para llevar a cabo sus actividades.
En cuanto a los incendios que arrasaron barrios enteros en Los Ángeles, indicó que se produjo un microclima que propició la propagación más rápida de las llamas, como la velocidad atípica de los vientos, la vegetación cercana a las zonas urbanas, un clima que impedía a los hidrantes volar con normalidad y materiales de construcción que favorecen mayor destrucción.