Pedro Galli, presidente de la Asociación Rural del Paraguay, analizó la situación de los precios de la carne con vistas a las fiestas de fin de año. Explicó que, en nuestro país, por la tradición de celebrar con asados, suele haber escasez de cortes populares en esta temporada. Esto genera un aumento en los precios.
Este incremento es común en épocas de alta demanda. “Nosotros, como productores primarios, no influimos en el precio final de la carne. Entregamos el ganado que actualmente está mucho más bajo de lo normal; este comportamiento del mercado no se refleja lo que se paga al productor. Generalmente, estos cambios suceden entre la industria y la comercialización al consumidor”.
Añadió que, aunque desconoce los motivos exactos, tienen indicios de una posible manipulación de precios. “Si estos cambios fueran transparentes, deberían reflejarse en toda la cadena de valor. Sin embargo, el mercado está caracterizado por una gran cantidad de productores que venden y muy pocos compradores. Los compradores pueden ponerse de acuerdo para manipular los precios”.
También señaló que existen grupos empresariales de origen extranjero con posiciones dominantes en el mercado, lo que podría favorecer esta manipulación. “Es difícil probarlo, ya que no es ilegal tener una posición dominante o preeminencia en el mercado. La ilegalidad radica en los acuerdos para fijar precios, lo cual está penado por la ley”, concluyó.