El criminólogo Juan Martens señaló que, tras el anuncio de la ruptura entre la SENAD y la DEA, se fortalece la hipótesis de improvisación y disputa de poderes al interior del Ejecutivo, incluso fuera de las instituciones formales.
Los discursos contradictorios sobre el corte en la cooperación antidrogas al interior mismo del Ejecutivo dan la pauta de que hay personas que están tomando decisiones por fuera del marco constitucional, refirió el profesional. Esto beneficia a la corporación del crimen organizado, “que ve a nuestro país como propicio para hacer sus negocios”.
Martens recordó que los grandes operativos se dieron por cooperación internacional y que este cierre demuestra una falta de voluntad para un combate real al crimen organizado. En ese sentido, señaló que la intención es que la SENAD se dedique a combatir a “chespis y microtraficantes”, incluso solo de algunas charlas.
“Cuando el jefe de bancada colorada (Natalicio Chase) dice que se va a impedir injerencia extranjera, pareciera que estamos hablando de Irán o de países antidemocráticos, cuando estamos hablando de EE. UU., con quien Paraguay tiene una cooperación histórica”, remató.