El decano de la Facultad Eclesiástica de la Sagrada Teología, Pbro. Cristino Bohnert, destacó la importancia de reconocer a los docentes y funcionarios administrativos, quienes con su trabajo incansable y su ejemplo han marcado un legado invaluable. “Es esencial rendir homenaje a quienes, como nuestros antecesores, han cimentado el camino que hoy seguimos. Como cristianos, estamos llamados a reconocer y agradecer sus esfuerzos, transmitiendo así la esperanza que han dejado con su obra”, expresó el decano.
El acto también contó con la presencia de las máximas autoridades de la Universidad Católica, la Vicerrectora Administrativa y de Finanzas, Dra. Teresa de Jesús Servín Abente, y la Vicerrectora Académica y de Investigación, Mag. Rossana Benítez Ortiz, quienes coincidieron en la importancia de rendir homenaje a los docentes y empleados que han dejado una huella perdurable en la institución.
Durante la ceremonia, la docente jubilada Marta Ferreiro, quien fue parte de la institución durante más de 27 años, compartió su testimonio: “Ingresé en 1990 y tuve el privilegio de ver cómo muchos de mis estudiantes hoy son sacerdotes, rectores y líderes en diferentes áreas”, recordó emocionada. Ferreiro, quien impartía la materia de Catequética, subrayó la importancia de esta asignatura como base fundamental para la Iglesia. “La catequesis es la base de la Iglesia”.
En su mensaje, la docente jubilada también ofreció un consejo a los alumnos actuales: “Vivan el presente con esperanza, porque solo así podremos construir un Paraguay mejor. Llegar a la jubilación es también saber dar paso a los jóvenes, a los nuevos maestros. Es un proceso lleno de satisfacción”, concluyó.
Por otro lado, el Sr. Gustavo Croce, funcionario administrativo con 44 años de antigüedad en la Universidad Católica, dijo sentirse “profundamente agradecido por los valores y la formación que la universidad siempre ha ofrecido a sus empleados. A lo largo de los años, he sido testigo del impresionante crecimiento de la universidad”, comentó. Aprovechó la ocasión para ofrecer un consejo a las nuevas generaciones de funcionarios: “Dedíquense con amor a sus tareas, porque es el amor por lo que hacemos lo que realmente nos permite crecer como personas”, selló Croce.
Este homenaje es un reflejo del espíritu cristiano y del profundo agradecimiento que caracteriza a la comunidad de la Universidad Católica, un lugar donde el reconocimiento y la esperanza se entrelazan para seguir construyendo una educación de calidad, al servicio de la sociedad desde la Iglesia.