El senador Eduardo Nakayama explicó que apoyó la Ley del Servicio Civil porque se tuvo un diálogo fluido con el Ejecutivo y lograron un consenso del 80%, tras incorporar algunos cambios en las comisiones.

El legislador manifestó que lo correcto fue excluir a los funcionarios de los poderes Legislativo y Judicial, ya que son autónomos e independientes y no pueden estar bajo la cabeza del ministro de Economía ni del presidente de la República.

Añadió que se necesitan leyes específicas para las carreras legislativa y judicial. En el Congreso, señaló, hay funcionarios técnicos que trabajan en comisiones, pero también están los operadores políticos que ingresan con cada legislador, pero luego permanecen como funcionarios, lo que agrava la actual superpoblación.

Nakayama lamentó que no haya prosperado el pedido de establecer que ningún funcionario gane más que el presidente de la República, ya que algunos cobran hasta G. 60 millones, entre beneficios y prestaciones, mientras que, en las binacionales, se llega incluso a los G. 100 millones.