Tras finalizar el rezo del Ángelus, el Papa Francisco pidió que no se aboliera ninguna Iglesia, debido a la reciente promulgación de una ley en Ucrania que prohíbe la presencia de la Iglesia Ortodoxa en dicho país.
“Nadie puede haber cometido un mal por haber rezado. Por favor, que no sea abolida ninguna Iglesia de manera directa o indirectamente ninguna”, solicitó.
En otro momento, pidió por las poblaciones afectadas por el virus de Mpox (del mono) y por las poblaciones del Congo, animó a los gobiernos y a la industria a apostar por los tratamientos disponibles a fin de contrarrestar los efectos y evitar los contagios.
Finalmente, pidió por Nicaragua, “que renueven la esperanza en Jesús” y rezó por el fin de las guerras.