La oyente, Fátima Vega, se comunicó con Cáritas UC y compartió una situación surrealista y de comprobarse, sumamente negligente, que le habría ocurrido a su madre en el Hospital Central del IPS.
“El tema cada vez me duele más. Mi madre, una adulta mayor de 76 años, es paciente diabética, hipertensa, cardiaca, ostomizada y con insuficiencia renal crónica. Enfrenta un constante entrar y salir del hospital”, comenzó diciendo sobre su madre.
“No es la primera vez que se cometen errores con ella”, remarcaba Vega, denunciando también que en varias ocasiones le han administrado medicamentos que no le correspondían, y hoy, mientras se encontraba en la sala de cuidados críticos de urgencia, la llevaron a diálisis que tampoco le correspondía.
La cuñada de Vega, quien estaba a cargo de cuidarla en ese momento, notó la situación y fue a consultar qué pasó con la paciente. La licenciada le informó que no había ninguna Nicolasa Zárate registrada. Tras buscar personalmente a la señora, la encontró registrada bajo el nombre de otra persona, a quien efectivamente le tocaba la diálisis. “¿Qué hubiera pasado si mi madre hubiera recibido la diálisis de otra persona, con la sangre de alguien distinto a quien debía recibir?”
Al pedir hablar con el doctor encargado, le instaron a esperar “de mala manera”. Finalmente, cuando logró hablar con él, le expresó su deseo de hablar con el Director Médico debido a la situación. La respuesta prepotente que recibió fue: “Puede ir a hablar con quien quiera”.
Increíblemente, la respuesta simple del personal en esta situación es que “sí, fue un error”.
La impotencia era palpable, sin saber si “llorar, enojarse o zapatear”, según sus propias palabras. “Mi mamá podría estar muerta”, finalizó contundentemente Vega, además de recalcar que tiene interés de hablar con el jefe de servicio y presentar una denuncia por escrito.