Por Cielo Medina
Ayer se lograron cerrar dos casos de abusos ocurridos en Alto Paraná. Se logró la condena de 11 años para un abuelo de 67, quien abusaba sexualmente de su nieta de 5 años.
Por otra parte, se logró la condena de 27 años para el pastor evangélico, Inocencio Ramón Denis Torres, que abusó sexualmente de 10 niñas de una comunidad indígena de Alto Paraná.
La Dra. Noelia Núñez, abogada, comentó que estas recientes condenas dejan un ejemplo de justicia efectiva. Añadió que en algo se restaura la confianza en el sistema judicial y enfatizó que «el silencio solo perpetúa la impunidad y la reincidencia de los abusadores sexuales».
Explicó también que, en el caso de las niñas de la comunidad nativa Aché en Alto Paraná, inicialmente hubo 10 niñas que denunciaron. Posteriormente, madres casadas y con hijos, también comentaron que fueron víctimas del mismo pastor, pero en su momento no sabían que era algo malo, ya que era el pastor de la iglesia. El pastor Denis Torres estuvo 40 años en la comunidad.
Recalcó que el silencio más se da en el interior del país, por falta de recursos y acceso a la justicia. Incluso en la capital, muchas veces no se realizan denuncias porque la exposición de este tipo de hechos puede estigmatizar a las víctimas, especialmente a los menores.
La condena de 11 años al abuelo abusador reveló una red de corrupción entre psicólogas forenses de diversas instituciones. Tras el juicio, se inició una investigación para analizar las pruebas y determinar la responsabilidad de las psicólogas forenses implicadas.