Evangelio de hoy
JUEVES DE LA SEMANA 10ª DEL TIEMPO ORDINARIO
SAN ANTONIO DE PADUA, PB. Y DR.
Evangelio según San Mateo 5, 20-26
“Ve a reconciliarte con tu hermano”
Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que, si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquel que se enoja contra su hermano merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta merece ser castigado por el Tribunal. Y el que lo maldice merece el infierno. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo”. Palabra del Señor.
Meditación
De la rigidez a la nueva ley. San Antonio de Padua, padre franciscano, muy amado en todas partes, a quien se recurre por causas perdidas, cosas extraviadas, inspiración o consejos ante problemas o ansiedades. Un santo milagroso, que falleció al norte de Italia (s. XIII), en una iglesia siempre en reforma.
Jesús afronta con mucha libertad uno de los problemas más acuciantes de la humanidad. El de la responsabilidad o toma de conciencia de la persona adulta delante de Dios. El pecado, la justicia, los males no son responsabilidad de Dios que ofrece la ley y todo tipo de gracia, sino del hombre que realiza gestos que despliegan un poder inmenso. Responsable es el hombre con su libertad creada.
Porque el Señor y el Espíritu son uno, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad (2 Cor 3,17). Se trata de una libertad responsable, cualificada, para hacer el bien, para amar; no para el mal, para dictar leyes que no resuelvan los males de la sociedad, para que se hagan las cosas sin control. “La responsabilidad, generosidad y santidad que nos pide Jesús es salir siempre hacia arriba, es la liberación de la rigidez de la ley y de los idealismos. Nos exhorta a ponernos de acuerdo cuando tengamos un conflicto. La iglesia no enseña esto o aquello, esto o esto, sino esto y esto” (Papa Francisco, 06/2016).
¡Señor, Tú mereces un himno en Sión!
Tú cuidas la tierra, la riegas
y la enriqueces sin medida;
la acequia de Dios va llena de agua,
preparas los trigales.
Gentileza del Arzobispado de Asunción