Hermana Margarita Almeida, de la congregación de las Misioneras Catequistas de Cristo Rey, de la Basílica de Caacupé, dijo sentir un gozo y satisfacción especial, «difícil de explicar la gracia que se siente», afirmó.
Margarita es una de las encargadas de preparar a la imagen de la Virgen «para recibir a sus hijos de distintos puntos del país y del extranjero». La congregación realiza este apostolado desde 1944 y las hermanas, quienes están de turno, saben de este servicio.
«La preparamos celosamente como siempre. Ella presenta muchos misterios. Así como se vestían las mujeres de antes», usando miriñaques, enaguas. Pueden ser más, pero como mínimo son 8 miriñaques dependiendo del vestido a usar. La capa, la bata y el vestido es preparada por las hermanas Carmelitas. «La capa tiene que llevar siempre flores de azucena»
Los bucles de la Virgen deben hacerse con ruleros, no con bucleadoras. «Su peluca lleva al menos 50 ruleros o no queda bien. Puede ser más, pero no menos. O si no se desarma, se agrega más cabello y se vuelve a hacer. Hoy su peinado utilizó 62 ruleros», comentó la Hna. Margarita.