JUEVES DE LA SEMANA 34° DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO
Evangelio según San Mateo 4, 18-22
“Síganme, y yo los haré pescadores de hombres“
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar, porque eran pescadores. Entonces les dijo: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”. Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron. Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron. Palabra del Señor.
Meditación
Jesús continúa llamando hombres y mujeres, pues como él mismo lo dijo: “la mies es mucha y los trabajadores pocos”.
Tú, como yo, hemos sido llamados a cooperar con él para “pescar hombres”, para anunciar la buena nueva del evangelio.
Todas las vocaciones en la iglesia son santas y tienen como último propósito la construcción del reino. Tanto el sacerdote, como el casado, así como aquellos que deciden consagrar su vida en celibato, estamos comprometidos a mostrar en nuestra vida la presencia de Dios, esto implica dejar todo lo que pudiera ser contrario a ella.
La invitación permanece abierta y cada vez más apremiante. Ojalá y cada vez haya más hombres y mujeres que decidan seguir con radicalidad y con amor a Jesús y aceptar su llamado de amor.
Gentileza, Arzobispado de Asunción