Al cerrar la 239ª Asamblea de los Obispos del Paraguay, El Obispo de Benjamín Aceval y Secretario General de la CEP Monseñor Amancio Benítez, fue el encargado de brindar la conferencia de prensa, en compañía de la Hna. Norma Olmedo, de la Conferencia de Religiosos del Paraguay. Mons. mencionó que en estos días recibieron las palabras del Nuncio Apostólico y escucharon también al Presidente de la República.
Con relación al mensaje del Santo Padre a través del Nuncio Mons. Eliseo Antonio Ariotti, dijo que «nos animó a vivir las orientaciones del Papa Francisco, a ser una Iglesia sinodal, en salida a las periferias, a curar heridas». En cuanto a la visita de Santiago Peña, expuso cuál es la visión de su gobierno y también dio oportunidad a los obispos, «de expresar algunas inquietudes». El compromiso de ambas partes es de colaborar mutuamente «para mejorar la situación de nuestro pueblo».
Mons. Benítez, en otro momento, mencionó la experiencia del segundo año del laicado, que anima a revitalizar la fe y «el compromiso de los laicos, demostrado durante los dos años dedicados a ellos. Confiamos que continúen siendo fermento de cambio y transformación de la sociedad».
En otro momento, exteriorizó la preocupación de la iglesia paraguaya sobre el dolor de los problemas «como los desalojos violentos de comunidades indígenas y campesinas, sin consideración a los más vulnerables, que son las mujeres, niños y ancianos». Otra de las permanentes preocupaciones son las cárceles, «que por hacinamientos de la población y sin suficiente atención de rehabilitación, se convierten en peligrosos centros para delinquir». El aumento de personas en situación de calle, en especial los niños, «como también el gran número de feminicidios», son algunos de los problemas, que reclaman urgente atención.