San Daniel Comboni, Obispo y Fundador (1831 – 1881)
Daniel Comboni nace en Limone sul Garda, el 15 de marzo de 1831. Él pertenece, plenamente, a la historia del movimiento misionero. Gracias a su obra, encarna aquel despertar apostólico que, iniciado en el siglo XIX, llega hasta nuestros días.
Estratega de las nuevas misiones en África, Comboni es el apóstol de las negritudes. Él considera la fe como la única arma útil para devolver a los africanos su propia dignidad.
No solo es uno de los primeros en entrar en el continente africano, en la época contemporánea, en 1857, sino también el que propone un “Plan Global de Evangelización para África”, en el que ve a los africanos como protagonistas activos de su propia historia. “Regenerar a África con África”, es su mensaje.
De 1864 a 1872 funda varios institutos misioneros, entre los que se encuentran “la Obra del Buen Pastor”, “los Combonianos” y “las Combonianas”, las primeras mujeres llamadas a trabajar en el territorio africano.
Profeta incansable en favor del continente negro, incluso, en el Vaticano, Comboni es, además, el primer obispo efectivo de África central: en esta tarea, se opone con fuerza tanta a la trata de esclavos perpetrada por las poblaciones árabes, como a la obtusa política de explotación colonial, sancionada por la Conferencia de Berlín en 1885.
Muere el 10 de octubre de 1881, a los 51 años, en Jartún, Sudán, en un momento de trágicas circunstancias para el país y para la misión, golpeada por la carestía y por la rebelión islámica. Como él, mueren muchos otros hermanos de comunidad, fieles testigos del Evangelio. Muchos son reducidos a la esclavitud. A su vez, un gran número de hermanas pierde la vida durante la prisión.
Daniel Comboni fue proclamado santo por el Papa Juan Pablo II, el 5 de octubre de 2003. Su mensaje está todavía vivo en las tierras de misión.
Hoy también se recuerda a los santos Francisco de Borja, Daniel y Hugolino.
Departamento de Pastoral de Radio Cáritas Universidad Católica.