La embajadora de Mongolia ante la Santa Sede Gerelmaa Davaasuren, habla de la alegría de su país, que se prepara para acoger al Obispo de Roma.
Al convertirse en el primer Pontífice que pisa suelo mongol, destaca la fecundidad de las relaciones interreligiosas y el respeto por la diversidad que ha puesto de relieve su presencia, y habla de sus expectativas sobre el legado de este histórico Viaje Apostólico.
En primer lugar, muchas gracias por esta oportunidad y, como embajadora de Mongolia, me siento honrada de que los mongoles recibamos al Papa Francisco en nuestro país. Esta visita histórica tiene un profundo significado, ya que representa un hito en nuestras relaciones bilaterales con la Santa Sede y muestra a Mongolia en la escena mundial, atrayendo la atención del mundo hacia nuestro país y nuestro pueblo.
La presencia del Papa en nuestra nación significa el compromiso de promover la paz, el diálogo y el entendimiento entre las diversas culturas y religiones. Nos estamos preparando para acoger a Su Santidad con una cálida hospitalidad y el máximo respeto.
Quizá sepa que Mongolia es una nación donde el budismo tiene profundas raíces y hemos fomentado una cultura de coexistencia pacífica entre diversas religiones y comunidades, incluidos los católicos.
En este sentido, la Mongolia contemporánea continúa la tradición establecida durante el Imperio Mongol, hace más de ochocientos años, cuando las diferentes religiones coexistían pacíficamente.
La visita del Papa representa una oportunidad única para poner de relieve diversos aspectos del panorama sociopolítico de Mongolia. Nos gustaría que los focos internacionales se centraran en nuestra rica diversidad cultural y en la libertad religiosa de que goza nuestro pueblo, garantizada por la Constitución de Mongolia. El compromiso de Mongolia con la tolerancia religiosa y la práctica pacífica de diversas religiones es un aspecto esencial de nuestra identidad nacional y un testimonio de nuestros valores progresistas.
Se espera que muchos católicos de países cercanos visiten Mongolia para presenciar este acontecimiento histórico, promoviendo aún más el intercambio cultural y el diálogo interreligioso. La histórica visita del Papa Francisco coincide con el hecho de que el gobierno mongol ha declarado que 2023-2025 son los años para visitar Mongolia. Esta iniciativa pretende mostrar al mundo la rica historia, cultura y belleza natural de Mongolia, invitando a turistas y viajeros a explorar las maravillas de nuestra nación.
La visita del Papa Francisco añade otro nivel de importancia a esta campaña, ofreciendo una oportunidad única para que los visitantes sean testigos de un acontecimiento trascendental al tiempo que experimentan la hospitalidad y las tradiciones de Mongolia. Además, espero hacer hincapié en nuestros esfuerzos en materia de desarrollo sostenible y conservación del medio ambiente, abordando los retos a los que se enfrenta un país sin salida al mar en el noreste de Asia. La visita podría llamar la atención sobre la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural único y la trascendencia mundial de las prácticas medioambientales responsables.
Via Vatican News