“No te preocupes por las cosas que generan preocupación, desorden y ansiedad. Una sola cosa es necesaria: Elevar tu espíritu y amar a Dios”, San Pío.
El santo conocido por recibir los estigmas del señor, el fraile capuchino confesor que lograba aliviar las almas de quienes asistían a este sacramento por intermedio de él, quién predijo el Papado de San Juan Pablo.
Francesco Forgione (nombre de Pila), conocido como Fray Pío, al ser ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1910. Después de su ordenación, comenzó a padecer graves problemas de salud que lo obligaron a trasladarse a su pueblo natal, Pietrelcina, para recuperarse. En 1916, fue enviado al convento de San Giovanni Rotondo, donde recibió los estigmas de Cristo, durante una visión de Jesús.
En 1940, el Padre Pío fundó la «Casa Alivio del Sufrimiento», un hospital destinado a atender no solo las enfermedades físicas sino también las espirituales.
Predijo que Karol Wojtyla, el futuro San Juan Pablo II, llegaría a ser Papa durante una confesión que tuvo lugar cuando Wojtyla aún era un joven sacerdote. Este encuentro ocurrió en San Giovanni Rotondo, y años después, Juan Pablo II reveló en una carta que el santo fraile le había anticipado su futuro como Pontífice, lo cual se cumplió en 1978 cuando Wojtyla fue elegido.